Odio, odio, ODIO oir tiros cerca de mi casa. Vivo cerca de un residencial, antes conocidos como "caseríos." Y me preocupa oir tiros. Empiezo a imaginarme un loco disparando tiros al aire, o que está probando un revolver antes de comprarlo.
Me imagino que alguien está huyendo, para salvar su vida, que hay madres y padres temerosos por sus hijos.
Y el gobierno no puede hacer nada, porque le quitó autoridad a los maestros, y decidieron que Dios, nuestro amado Redentor, no tiene lugar en las escuelas. Por cierto, quieren enseñar valores, pero valores sin un estándar son ideas y palabras vacías, como un mantra, totalmente sin sentido.
Puerto Rico necesita a Jesucristo.